Todos sabemos que Bolivia es un país diverso en lo geográfico, lo cultural, lo étnico, lo político, y en esto debe radicar su riqueza, su dinámica y sobre esta realidad debe ser construida la sociedad boliviana como proyecto de futuro común y compartido, pero respetando sus particularidades en el marco de la legalidad.
Si consultamos las encuestas de opinión, los bolivianos mayoritariamente demandan cosas simples: vivir en paz, tener tranquilidad y seguridad para el mañana, libertad de transportarse, de opinar; un trabajo estable, seguridad en las calles y hogares, educación democrática, suficientes alimentos y salud de calidad para sus hijos y sobre todo, un gobierno que se dedique a hacer lo que le corresponde: gobernar, pero gobernar por igual para todos sin exclusiones y lo mas cerca posible del ciudadano.
Para el ciudadano de a pie, la Constitución es el pacto social; un contrato que establece las reglas de juego que nos permiten vivir en comunidad. Este pacto se lo realiza entre personas informadas que apuestan por el bien común, que defienden la libertad, las conquistas sociales, libertades y derechos fundamentales del ser humano fruto de su desarrollo histórico social y que viven en un espacio territorial
El precepto de: ama a tu prójimo como a ti mismo o trata a tu prójimo de la misma manera que quisieras ser tratado, que recogen la mayoría de las religiones como principios morales, nos señala el secreto para la convivencia humana.
Lo anterior es el ideal en el marco de los deseos de los ciudadanos de construir un país para todos, pero en el marco del acontecer político diario boliviano todos sabemos que la agrupación política en el gobierno -el MAS- no pretende gobernar para todos los bolivianos en un marco democrático y de libertades, sino implantar su proyecto político etnocomunista, y totalitario que excluye a la gran mayoría de los bolivianos: a mas de la mitad de los bolivianos que ahora tiene conciencia de ello y a casi la otra mitad que creen por ahora que el modelo estatista y racial funcionara, y recién al convivir con el fracaso se darán cuenta de su error.
El modelo que se quiere implantar en Bolivia, fracaso en todas partes, el sistema comunista cubano se mantuvo pobremente gracias al subsidio de la URSS y al embargo americano. Luego que la sangrienta experiencia económica y política comunista fracaso estrepitosamente, vino para Cuba una tremenda crisis hasta que surgió Chávez con su subsidio de mil millones al año que por ahora los mantiene mas o menos a flote.
El dilema es que aunque el MAS tiene en sus manos el aparato del Estado y sus recursos, incluidas fuerzas armadas y policía (bonificadas por Chávez), para imponer su proyecto y su constitución propiciara un enfrentamiento racial, regional y hasta una guerra civil que seguramente ganara matando a muchos bolivianos, pero también generara una repulsa internacional, lo que no le preocupa mientras Chávez este en el poder, pero a largo plazo su fracaso económico conducirá a la hecatombe a su proyecto y al país.
Sabemos que la constitución que expresa este proyecto político del MAS, dividirá el país y lo hará inviable, pues a mas de ser racista es incoherente y aísla al país del concierto mundial democrático. El problema es que si el MAS manda su constitución a referendo probablemente gane y con eso la legalizara aunque sea ilegitima, por lo poco que le importa. Creemos esto, por el masivo uso del instrumento comunicacional, la tremenda capacidad de convencimiento que tiene los voceros del MAS y la habilidad con que aplican el doble discurso sobre un grupo poblacional poco informado y con una profunda desconfianza hacia la política tradicional, que fue nefasta para todos y que ahora la personifican en los dirigentes cívicos y prefectos de oposición.
En esta perspectiva el MAS tratara de llevar inicialmente a referendo dirimitorio la pregunta de las 5 o 10 mil hectáreas, trampa que le permitirá llevar luego su constitución a un otro referendo ratificatorio por mayoría simple. Vale la pena recalcar la tremenda estupidez, para no pensar mal, de Podemos de haber aceptado excluir el tratamiento de la constitución por dos tercios cuando aprobaron la ley de ampliación del plazo de la constituyente.
Con una constitución aprobada “legalmente” aunque sea de manera amañada, le da al MAS una excusa internacional de gobernar y el resto del mundo que esta ocupado en otras cosas poco hará por nosotros.
Ante esta realidad y ante la estrategia totalitaria del MAS, la ciudadanía debe enfrentarla primero legalmente en el Parlamento y luego en las calles para impedir este primer referendo de las hectáreas, pues como lo dijimos es solo una trampa del MAS para pasar a la siguiente fase de su estrategia etnocomunista por la vía seudo legal, mientras alista la otra, la de las armas como le gusta a Linera.
Aquí vale la pena manifestar que el referendo revocatorio de mandato para presidente y prefectos es una soberana estupidez y una pérdida de tiempo, que solo favorece al MAS.
Entre tanto viviremos unos años críticos, de crisis política, de enfrentamientos, de desastres naturales con un gobierno inepto para enfrentarlos, de carestía de productos alimenticios, de inflación, de colas interminables, de enfermedades, como para pensar en las plagas de Egipto. El gobierno importara alimentos, establecerá cupos, sin otro resultado que mas colas y la quiebra de los productores. La única economía que funcionara será la informal la del contrabando de importación de productos y bienes, alimentada por nuestra exportación estrella, la pichicata y la de la empleomanía política en las empresas del estado como ocurría antes y ocurre de nuevo en Comibol e YPFB para señalar solo dos. Se tiende hacia un modelo corporativista, de empresas publicas que desconocen los costos y la eficiencia y cuyo objetivo es servir de botín a la burocracia gubernamental.
La resistencia de la ciudadanía en estas circunstancias, será difícil, pero no quedara otra opción y esta se sustenta en la unidad, de todos aquellos que creen en la libertad, en el estado de derecho, en la igualdad y fraternidad, los derechos individuales y sociales. Férrea unidad con nuestras entidades cívicas, nuestras prefecturas, inspirarse en los grupos juveniles de Cochabamba, de Sucre, de Venezuela, que sin cálculos políticos se enfrentaron al evismo y al chavismo de manera heroica. Participar activamente en los referendos por estatutos autonómicos, que son mandato de los ciudadanos de cuatro departamentos y aspiración de los cinco restantes.
Por ultimo no debemos caer en la trampa y el provincianismo de creer y plantear que este es solo un problema de enfrentamiento entre regiones y ciudadanos de esas regiones. Es un enfrentamiento de visiones de país, de democracia vs.o etnocomunismo, de descentralización vs. centralismo, de libertad vs. Totalitarismo, de futuro común y compartido vs. racismo y exclusión.